El solitario mesías del noupais se apunta a las purgas totalitarias.
Es en los momentos difíciles en los que se conoce el verdadero carácter de una persona, y más en especial si se trata de un político. Artur Mas, el trilero del carrer Tuset, no está pasando por buenos momentos. Tras perder apoyo popular en cada una de las elecciones precedentes, las expectativas para su lista personalista, caudillista nos atrevemos a decir, no son nada esperanzadoras. Es ahora cuando aparece el verdadero Mas: ¿y qué vemos?
Un reciente artículo de Xavier Vidal-Folch en las páginas de El País retrata magníficamente al personaje, cada vez más mesiánico, cada vez más aislado, cada vez mostrando más a las claras sus pulsiones totalitarias.
Escribe Vidal-Folch:
«Rebobinen la estremecedora frase con que Artur Mas expulsó a los democristianos de Unió de la federación CiU, tras 37 años de hermanos siameses: “No…
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